sábado, 22 de octubre de 2022

DOS NIVELES DE FE Capítulo trece

                       


MANANTIALES DE VIDA

                DOS NIVELES DE FE Capítulo trece

 "En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos. Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables delante de él, los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su muerte, con tal de que se mantengan firmes en la fe, bien cimentados y estables, sin abandonar la esperanza que ofrece el evangelio. Éste es el evangelio que ustedes oyeron y que ha sido proclamado en toda la creación debajo del cielo, y del que yo, Pablo, he llegado a ser servidor" (Col. 1: 21-23)

La gente hoy en día tiene prisa, y es que el mundo corre debido a la tecnología. En mis tiempos de fotógrafo profesional, recuerdo que las agencias publicitarias pedían las fotos "para ayer", indicando que les urgían; también recuerdo que un publicista me decía: "´haga la foto despacio porque urge", y es que al estar bajo presión las cosas a veces salían mal. El primer nivel de fe que quiero que veamos es:

LA FE COMO UN ACTO INICIAL. Esta es la fe que nos lleva a Jesús por nuestra necesidad, lo seguimos por lo que nos da. En los tiempos de Jesús, a Él lo seguían porque les daba de comer sobrenaturalmente, lo seguían para recibir un milagro, así comenzamos nosotros ("Él es galardonador de los que le buscan") Pero después pasamos a la segunda fase, a la de:

LA FE COMO UNA ACTITUD CONSTANTE.  En este nivel de fe ya hemos aprendido a seguir a Jesucristo a pesar de que Él no haya suplido aún nuestra necesidad, esa fe es la que agrada a Dios, seguimos confiando en Él aunque parezca que Él no está, en este nivel hemos aprendido a amar a Dios por lo que Él es, y no por sus regalos. Eso pasó con Habacuc, él clamó a Dios para que interviniera. "¿Hasta cuándo, SEÑOR, he de pedirte ayuda sin que tú me escuches? ¿Hasta cuándo he de quejarme de la violencia sin que tú nos salves? ¿Por qué me haces presenciar calamidades? ¿Por qué debo contemplar el sufrimiento? Veo ante mis ojos destrucción y violencia; surgen riñas y abundan las contiendas. Por lo tanto, se entorpece la ley y no se da curso a la justicia. El impío acosa al justo, y las sentencias que se dictan son injustas" (Hab. 1: 2-4) 

Pero Dios habló a Habacuc y le hizo entender que las circunstancias que él estaba viviendo era la respuesta a su clamor y a su necesidad, por eso él exclamó: "Aunque la higuera no dé renuevos, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me regocijaré en el SEÑOR, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!" (Hab. 3: 17- 18) Jairo tuvo que experimentar lo mismo, a pesar de que las circunstancias le eran adversas, Jairo le creyó al Señor Jesucristo, "Todavía estaba hablando Jesús, cuando alguien llegó de la casa de Jairo, jefe de la sinagoga, para decirle: Tu hija ha muerto. No molestes más al Maestro. Al oír esto, Jesús le dijo a Jairo: No tengas miedo; cree nada más, y ella será sanada" (Lucas 8: 49-50) Y eso fue lo que sucedió, la niña volvió a la vida. Es posible que en este momento tengamos "el mar rojo" enfrente de nosotros y parezca que no tenemos salida, pero Dios es Todopoderoso para abrir caminos donde no existen, ese es nuestro Dios, solo espera que nosotros confiemos en Él. Tenga paciencia que Dios le responderá


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