martes, 17 de junio de 2025

EXODO PARTE 113

ESTUDIOS SOBRE EL LIBRO DEL EXODO Por C.H.M. CAPITULO 14 ¡Cuánto mejor haríamos inclinando la cabeza con humilde sumisión, y diciendo: "todo va bien" y "todo irá bien"! Cuando es Dios quien fija nuestra posición, podemos estar ciertos que ha sido escogida con sabiduría y que nos es saludable; y aun cuando la hayamos escogido nosotros por nuestra propia voluntad locamente; Dios, en su misericordia, domina nuestra locura, y hace que la fuerza de las circunstancias, en las cuales nos hemos colocado, trabaje a favor de nuestro bien espiritual. Cuando los hijos de Dios se hallan en el mayor apuro y en las más grandes dificultades, tienen el privilegio de ver las más preciosas manifestaciones del carácter de la actividad de Dios; y por esta razón, El les coloca frecuentemente en la prueba para manifestarse con tanta mayor potencia. Dios habría podido conducir a Israel por el mar Rojo, y hacerle ir más allá del alcance del ejército de Faraón, mucho antes que éste hubiese salido de Egipto; pero este medio no habría glorificado tan plenamente su nombre, ni habría confundido de una manera tan completa al enemigo en el cual quería "glorificarse". (Vers. 17). Muchas veces perdemos de vista esta preciosa verdad, y la consecuencia es que en el tiempo de la prueba el valor nos falta. Si consideráramos las crisis graves de nuestras vidas sólo como tantas otras ocasiones para que Dios hiciera aparecer, en favor nuestro, la plena suficiencia de la gracia divina, nuestras almas conservarían su equilibrio y nosotros podríamos glorificar a Dios, aun en medio de las aguas profundas. El lenguaje de Israel, en la ocasión que meditamos, puede parecernos extraño y difícil de explicar; pero a medida que conozcamos nuestros corazones incrédulos mejor veremos la grande semejanza que hay entre nosotros y ese pueblo. Parece que habían olvidado completamente la reciente manifestación del poder divino en su favor. Habían visto como era abatido el poder de Faraón y como eran juzgados los dioses de Egipto, bajo el rudo golpe de la vara de Jehová. Habían visto la misma mano romper la cadena de hierro de la esclavitud egipcia, y apagar el horno.Continuará...

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