miércoles, 9 de abril de 2025

EXODO PARTE 44

ESTUDIOS SOBRE EL LIBRO DEL
Por C.H.M. CAPITULO 4 El "anduvo haciendo bienes." ¿Por qué? ¿Era, acaso, porque se imaginaba que todos aquellos que se agrupaban en torno suyo eran sinceros? No; sino "porque Dios era con él". (Hechos 10:38). He aquí el ejemplo que Dios nos propone imitar. Sigámoslo, aunque siguiéndolo, debamos hollar nuestro "yo", con todos sus intereses, a cada paso de la senda. ¿Quién de nosotros desearía poseer esta sabiduría, este conocimiento de la humana naturaleza y esta experiencia, que sólo pueden llevar al hombre a encerrarse en un estrecho círculo de frío egoísmo, y a mirar a los demás con mirada huraña y desconfiada? Un resultado semejante no puede ser producido por nada que pertenezca a una naturaleza celeste o excelente. Dios da la sabiduría pero no es una sabiduría que cierra el corazón a los llamamientos de la necesidad y de la miseria de los hombres. El nos da cierto conocimiento de la naturaleza; mas no es un conocimiento que nos haga apoderar con avidez egoísta de lo que nosotros llamamos "nuestro". El nos da la experiencia; pero no una experiencia que nos lleva a desconfiar de todo el mundo excepto de nosotros mismos. Si nosotros seguimos las huellas del Señor Jesús, si nos revestimos de su buen espíritu, y por consecuencia lo manifestamos, si en verdad podemos decir: "Para mí el vivir es Cristo", entonces, atravesando el mundo, conociendo lo que es, y relacionándonos con los hombres, aunque sabiendo lo que podemos esperar de ellos, podremos, con la ayuda de la gracia, manifestar a Cristo allí donde Dios nos haya puesto. Las causas que nos hacen obrar y los motivos que nos animan, están todos arriba, donde está Aquél que "es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos". (Hebreos 13:8). Es allí también donde el Corazón de este gran siervo de Dios, en cuya historia hemos hallado ya tan profundas y verdaderas lecciones, halló la gracia y la fuerza que le sostuvieron a través de las escenas penosas y variadas de la vida del desierto. Continuará...

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