martes, 11 de marzo de 2025

EXODO PARTE 14

ESTUDIOS SOBRE EL LIBRO DEL
Por C.H.M. Así caminó Moisés. Fué un hombre de fe que supo identificarse con el espíritu de su Maestro, y que siguió sus pisadas con firmeza y constancia maravillosas. Es cierto que se anticipó de cuarenta años al tiempo fijado por Dios, para el juicio de Egipto y la liberación de Israel; sin embargo, no vemos que se haga ninguna mención de este hecho en el comentario inspirado que hallamos en el capítulo 11 de los Hebreos, donde se trata del principio divino sobre el cual estaba basada su senda. Por fe Moisés, hecho ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón; escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de comodidades temporales de pecado. Teniendo por mejores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque miraba a la remuneración. Por fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible". (Hebreos 11: 24-27). Este pasaje nos presenta la conducta de Moisés de una manera llena de gracia. Es siempre así que el Espíritu Santo cuenta la historia de los santos del Antiguo Testamento. Cuando el Espíritu Santo escribe la historia de un hombre, nos lo muestra tal como es, con todas sus faltas e imperfecciones; pero cuando en el Nuevo Testamento El comenta esta misma historia, se limita a hacernos conocer el verdadero principio fundamental, y el resultado general de la vida de ese hombre. Así, aunque en el Exodo leemos que Moisés "miró a todas partes" y que "tuvo miedo, y dijo: Ciertamente, esta cosa es descubierta", y por fin que "Moisés huyó de delante de Faraón", en la epístola a los Hebreos leemos que lo que Moisés hizo, lo hizo "por fe," no temiendo la ira del rey porque se sostuvo como viendo al Invisible". Y pronto será lo mismo cuando "venga el Señor, el cual también aclarará lo oculto de las tinieblas, y manifestará los intentos de los corazones; y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza". (1 Cor. 4:5). He aquí una verdad bien consoladora y preciosa para toda alma recta y para el corazón fiel. El corazón puede formar más de un proyecto que, por diversas razones, la mano es impotente para realizar. Todos esos intentos serán "manifestados" cuando "venga el Señor". ¡Bendita sea la gracia divina que nos ha dado esta seguridad! Los anhelos de amor de un corazón sincero que le está unido son mucho más preciosos a los ojos de Cristo que las más perfectas obras exteriores. Continurá...

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