sábado, 15 de febrero de 2025

GÉNESIS PARTE 249

JUDÁ Y TAMAR LA ELEVACIÓN DESPUÉS DE LA PRUEBA Dios cumple siempre sus designios El principal fin de todo esto, nótese bien, fue el de elevar al rechazado por los hombres y hacer que estos mismos hombres sintieran remordimiento por el pecado cometido al desecharlo. Y todo esto se cumplió de un modo admirable. Las circunstancias menos importantes, así como las más solemnes, las que parezcan menos favorables como las más contrarias, sirven para el cumplimiento de los designios de Dios. Satanás, en el capítulo 39, se sirve de la mujer de Potifar para echar a José en la cárcel; y en el capítulo 40 se sirve de la negligencia e ingratitud del principal copero para hacerle quedar en la cárcel. Pero todo fue inútil. Dios estaba detrás de la escena, dirigiendo con su mano los resortes de todo el vasto encadenamiento de circunstancias, y en su día y hora hace salir a la luz al hombre de su consejo, estableciéndole en lugar espacioso. La prerrogativa de Dios es la de estar siempre por encima de todo, pudiendo hacer que todas las cosas concurran al cumplimiento de sus grandes e impenetrables designios. ¡Cuán dichosos somos de poder así seguir en todas las cosas la mano y el consejo de nuestro Padre! ¡Y cuán placentero saber que, cual Soberano, dispone de todos los medios! Ángeles, hombres, demonios, todos están bajo su poderosa mano, y él les emplea a todos a su gusto para la ejecución de sus planes. Todo esto se nos presenta, de un modo muy notable, en el capítulo que meditamos. Dios visita el círculo doméstico de un capitán pagano, la casa de un rey pagano; también visita al rey en su cama y hace que las mismas visiones de su mente concurran al cumplimiento de sus designios soberanos. Y Dios no sólo emplea a los individuos y las circunstancias, sino que aun a Egipto y a todos los países vecinos los hace aparecer en la escena; en una palabra, la tierra entera ha sido preparada por la mano de Dios para ser el teatro de la manifestación de la gloria y grandeza del “apartado de entre sus hermanos” (49:26 y Deuteronomio 33:16). Tales son los caminos de Dios, y es meditación bendita y edificante para el hijo de Dios seguir así la obra maravillosa de su Padre celeste. ¡Cuánto se destaca la providencia de Dios en esta profundamente interesante historia de José! Continuará...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario