miércoles, 26 de febrero de 2025

EXODO PARTE 1

ESTUDIOS SOBRE EL LIBRO DEL
Por C.H.M. “Cosas nuevas y viejas” Mt 13:52 CAPITULO 1 Por la gracia de Dios, vamos a pasar ahora al estudio del libro del Exodo, cuyo asunto principal es la REDENCION. Los cinco primeros versículos nos recuerdan las últimas escenas del libro precedente. Los objetos elegidos por el favor de Dios son puestos en primer lugar delante de nosotros, después de lo cual el autor inspirado nos conduce inmediatamente al centro de los hechos que forman el asunto de la enseñanza del libro. En nuestro estudio del Génesis, hemos visto que la conducta de los hijos de Jacob, respecto a su hermano José, fué la causa que determinó el viaje de la familia de Jacob a Egipto. Este hecho puede considerarse bajo dos aspectos distintos: a hallar primero en la conducta de Israel respecto a Dios, una enseñanza solemne, y luego, en el desarrollo de los planes de Dios en favor de Israel, una lección llena de estímulo. En primer lugar, en lo que se refiere a la conducta de los hijos de Israel respecto a Dios, ¿puede hallarse nada más solemne que seguir paso a paso hasta el fin el resultado de la maldad que cometieron contra aquél en quien el ojo espiritual discierne un tipo admirable de Cristo? Sin consideración alguna por la angustia que llena su alma, los hijos de Jacob entregan a José, su hermano, en manos de incircuncisos. ¿Y cuales fueron para ellos las consecuencias que les acarreó esta conducta? El ser conducidos a Egipto para pasar por esas profundas y dolorosas experiencias de corazón que de una manera tan sencilla y patética nos pintan los últimos capítulos del Génesis. Pero no es esto todo; un largo tiempo de prueba está todavía reservado a su posteridad en ese mismo país donde José halló una cárcel. Con todo, Dios intervenía en esto, al mismo tiempo que el hombre, disponiéndose Dios a usar una de sus prerrogativas que consiste en el poder de sacar bien del mal. Los hermanos de José podían venderlo a los Ismaelitas; estos, a su vez, podían venderlo a Potiphar, y Potiphar podía ponerlo en prisión, mas Jehová estaba por encima de todo, cumpliendo sus grandes y maravillosos designios. "Ciertamente la ira del hombre te acarreará alabanza”. (Salmo 76:10). Aun no había llegado el momento cuando los herederos estarían preparados para la herencia, y la herencia para los herederos. La posteridad de Abraham debía pasar por la dura escuela de la servidumbre en Egipto, esperando que la iniquidad de los Amorrheos llegase a su colmo, en medio de las "montañas y los valles" de la tierra prometida. (Véase Gén. 15:16 y Deut. 11:11). Continuará...

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