lunes, 20 de enero de 2025

GÉNESIS PARTE 223

JACOB HUYE A HARÁN Manifestación de la gracia de Dios para con Israel La revelación del Señor al siervo al que escogió, recuerda o anuncia sencillamente a Jacob lo que el mismo Jehová todavía llevaría a cabo: Yo soy Jehová... Yo te daré la tierra... Yo te guardaré... Yo te traeré... Yo no te dejaré... hasta tanto que yo haya hecho lo que yo te he dicho (v. 13-15). Todo viene de Dios, sin condición alguna. Como es la gracia la que obra, no hay ni puede haber ni “si” ni “pero”. La gracia no reina donde hay si; no porque Dios no pueda colocar al hombre en una posición de responsabilidad en la cual es preciso que se dirija a él con un “si”, sino que Jacob, quien duerme teniendo una piedra por almohada, lejos de hallarse en una posición de responsabilidad se halla, al contrario, en la desnudez y la debilidad más completa. Por tal razón, se encontraba precisamente en la posición en la que podía recibir una revelación de la gracia más completa, más rica e incondicional. No podemos menos que apreciar la dicha infinita que significa para nosotros estar en una posición tal que no tenemos nada en que apoyamos fuera de Dios mismo, y en la que, además, toda verdadera bendición y toda dicha positiva descansan para nosotros en los derechos soberanos de Dios y en su fidelidad a su propia naturaleza. Según este principio, sería para nosotros una pérdida irreparable tener algo de lo nuestro en que apoyamos, toda vez que, en tal caso, nuestra relación con Dios descansaría sobre la base de la responsabilidad, y todo estaría perdido sin remedio para nosotros. Jacob era tan malo que sólo Dios bastaba para lo que su estado exigía. Y tengamos presente que Jacob se hundió en tanta calamidad y pena por no reconocer constantemente esta verdad. Continuará...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario