martes, 14 de enero de 2025

GÉNESIS PARTE 217

ISAAC A LAS PUERTAS DE LA ETERNIDAD Rebeca y Jacob: falta de dependencia y de confianza en Dios Tremendas consecuencias a)para Jacob Pero, cuando queremos sustraer de Dios nuestras personas, nuestras circunstancias o nuestro destino, sólo acumulamos para nosotros penas y dolores. A través de lo que sigue, veremos cómo esto le sucedió a Jacob. Alguien ha observado que «si se considera la vida de Jacob después de haber conseguido por engaño la bendición de su padre, se verá que desde entonces le quedó muy poca felicidad en este mundo. Su hermano concibió el proyecto de matarle y así le obligó a huir de la casa paterna; Labán, su tío, le engañó como él había engañado a su padre, tratándole de un modo muy duro; Cuando pasemos por la prueba, nunca olvidemos que lo que necesitamos no es ver cambiadas nuestras circunstancias, sino lograr la victoria sobre nosotros mismos, después de veinte años de servidumbre, hubo de abandonar clandestinamente a su tío, no sin correr el riesgo de verse devuelto al punto de partida o de ser asesinado por su irritado hermano; apenas librado de sus temores, la conducta deshonesta y criminal de su hijo Rubén le llena de amargura, después de lo cual tiene que deplorar la traición y la crueldad de Simeón y de Leví contra los habitantes de Siquem y la muerte de su amada esposa; luego le engañan sus propios hijos, teniendo que llevar duelo por la supuesta muerte de José y finalmente, para colmo de las miserias, el hambre le obliga a bajar a Egipto, donde muere en tierra extranjera. Tales son los caminos de la providencia, siempre justos, maravillosos y llenos de enseñanzas». Tal fue Jacob. Pero esto no es más que un lado de su vida, el lado sombrío. Hay otro, ¡bendito sea Dios por el mismo! pues Dios contaba con Jacob para Sus designios; y, como lo veremos, en cada uno de los acontecimientos de la vida del patriarca, en los cuales hubo de recoger los frutos de sus propios cálculos y falsedades, el Dios de Jacob sacó bien del mal e hizo sobreabundar su gracia más que el pecado y la locura de su pobre siervo. Veremos esto a medida que prosigamos con su historia. Continuará...

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