lunes, 6 de enero de 2025

GÉNESIS PARTE 210

“ISAAC EN GERAR Y EN BEERSEBA Un resultado feliz para otros La historia de los hijos de Dios ofrece numerosos ejemplos del mismo género. Lo que nos debe importar ante todo es saber que estamos en la posición en la que Dios nos quiere y que nos hallamos en armonía con él, no solamente en la posición sino en la debida condición moral del alma. Si nos hallamos en legítima relación con Dios, podemos esperar que seamos idóneos para obrar de un modo saludable en los demás. Desde que Isaac subió a Beerseba, desde que hubo tomado la posición de adorador, fue restaurada su alma y Dios se sirvió de él para influir en los que le rodeaban. La pobreza espiritual nos priva de muchas bendiciones y nos hace fracasar en nuestro testimonio y nuestro servicio. Tampoco debemos, en el caso de hallamos en posición falsa, parar a preguntarnos, como sucede a menudo: «¿Dónde hallaremos algo mejor?». El mandamiento de Dios es claro: “Dejad de hacer lo malo”; luego, después de haber obedecido a este mandamiento santo, Dios nos hace escuchar otro: “Aprended a hacer bien” (Isaías 1:16). Vivimos muy engañados si creemos que podemos aprender “a hacer bien” antes de haber cesado de “hacer lo malo”. “Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos”, y ¿qué entonces? “y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:14). Querido lector, si hace lo que sabe que es malo o si participa de alguna manera en lo que sabe que es contrario a la Escritura, escuche atento la palabra del Señor: “Dejad de hacer lo malo”. Puede estar seguro de que, si obedece a esta voz, no ignorará por mucho tiempo cuál es el camino que debe tomar y seguir. Solamente la incredulidad nos conduce a pensar que no podemos cesar de hacer el mal antes de haber hallado algo mejor para hacer. Dénos Dios un ojo sencillo y un espíritu dócil. Continuará...

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