miércoles, 1 de enero de 2025

GÉNESIS PARTE 206

REBECA, FIGURA DE LA IGLESIA Esaú menosprecia su derecho de primogénito El hombre no tiene corazón para las cosas de Dios; lo presente es todo para él. Un plato de lentejas vale más para él que una heredad en la tierra de Canaán. La razón por la cual a Esaú no le preocupaba el derecho de la primogenitura era precisamente la que debía de haberle conducido a tenerla en mayor estima. Cuanto más veo la incertidumbre y la vanidad de todo lo presente, tanto más aprecio y me confío al porvenir de Dios. Tal es el raciocinio de la fe. “Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:11-13). He aquí los pensamientos de Dios, y, por tanto, los pensamientos de la fe. Las cosas presentes serán deshechas: ¿será ésta la razón para despreciar las que no se ven? No, por cierto. El día presente es como sombra que se desvanece. ¿Cuál será nuestro refugio? La Escritura nos lo dice: “Esperando y apresurándonos para la venida del día de Dios”. Todo otro raciocinio no es más que el de un “profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura” (Hebreos 12:16). Ojalá el Señor nos ayude a juzgar todas las cosas como él las juzga, para lo cual sólo la fe nos hace capaces. ISAAC EN GERAR Y EN BEERSEBA El hambre y sus consecuencias El primer versículo de este capítulo se enlaza con el capítulo 12. “Hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham”. Las pruebas que los hijos de Dios encuentran en su carrera terrestre son casi todas de la misma naturaleza y tienden siempre a manifestar hasta qué punto su corazón ha encontrado su todo en Dios. Es cosa difícil, rara vez alcanzada, andar en tan íntima comunión con Dios que el alma sea enteramente independiente tanto de los hombres como de las cosas. Los egipcios y los filisteos de Gerar que están a nuestra derecha y a nuestra izquierda nos ofrecen tentaciones poderosas, ya sea para desviamos del camino recto, ya para hacemos quedar lejos de nuestra verdadera posición de siervos del Dios vivo y verdadero. Continuará...

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