sábado, 21 de diciembre de 2024

GÉNESIS PARTE 195

GÉNESIS REBECA, FIGURA DE LA IGLESIA El criado (imagen del Espíritu Santo) busca una esposa para Isaac. Conviene destacar la unión que hay entre este capítulo y los dos anteriores. En el 22 se ofrece al hijo en el altar; en el 23, Sara es puesta a un lado; y, en el 24, el siervo recibe el encargo de buscarle esposa al que, en figura, había sido recobrado de entre los muertos. La sucesión de estos acontecimientos coincide, de modo notable, con los hechos concernientes al llamamiento de la Iglesia. Algunos, quizás, pueden dudar si esta coincidencia viene de Dios o no, pero, de todos modos, es digna de atención. El llamamiento de la Iglesia Los grandes hechos que hallamos en el Nuevo Testamento son: en primer término, el rechazamiento y la muerte de Cristo; luego, el rechazamiento de Israel según la carne; y por último, el llamamiento de la Iglesia y su gloriosa posición de Esposa del Cordero. Todo esto corresponde exactamente al contenido de este capítulo y de los dos anteriores. Era preciso que la muerte de Cristo fuese un hecho acabado antes de que la Iglesia, propiamente hablando, pudiera ser llamada. Era preciso que “la pared intermedia de separación” fuese derribada antes de que un “nuevo hombre” pudiera ser formado (Efesios 2:14-15). Es importante comprender esto para que sepamos cuál es el puesto que ocupa la Iglesia en los caminos de Dios. Durante la dispensación judaica, Dios había establecido y quería mantener la más estricta separación entre los judíos y los gentiles. Ésta es la razón por la que la idea de unión entre los judíos y los gentiles en un “nuevo hombre” no estaba en la mente de un judío. Éste era inducido a considerarse como quien ocupaba un puesto en todo sentido superior al del gentil, y mirar a éste como del todo impuro y cual persona con la cual toda relación estaba prohibida (Hechos 10:28). Continuará...

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