viernes, 8 de noviembre de 2024

GÉNESIS PARTE 154

ANDAR POR LA FE - LA CIRCUNCISIÓN El Dios Todopoderoso Es de la mayor importancia que sepamos delante de quién andamos y cuál es el objeto que perseguimos. ¿A quién tenemos en perspectiva y sobre quién nos apoyamos en este momento? ¿Llena Dios por completo nuestro porvenir, sin que los hombres y las circunstancias intervengan en absoluto? ¿No concedemos lugar a la criatura en nuestro futuro? La única manera de elevarse sobre el mundo es andar por la fe, porque la fe llena la escena tan completamente de Dios que no queda lugar para la criatura y para el mundo. Si Dios llena todo el espacio que abarca mi vista, toda otra cosa desaparece, y puedo decir con el salmista: “Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza. Él solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré” (Salmo 62:5, 6). Esta palabra “solamente” es profundamente escrutadora. La naturaleza no puede decir lo mismo, no porque quiera excluir a Dios del todo —a no ser que se halle bajo directa influencia de la incredulidad audaz y blasfema—, sino que no puede decir con toda seguridad “Él solamente”. Es bueno notar que, en lo que respecta a la salvación, así como en todos los detalles de nuestra vida diaria, Dios no comparte su gloria con la criatura. Desde el principio hasta el fin debe ser “Él solamente” y esto, también, de una manera real. No basta que dependamos de Dios de palabra, mientras nuestros corazones están descansando en algún recurso de la criatura. Dios sacará todo a luz, probará el corazón y pondrá la fe en el homo. “Anda delante de mí y sé perfecto”. Tal es el camino que conduce al término verdadero. Continuará...

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