jueves, 17 de octubre de 2024

GÉNESIS PARTE 132

JEHOVÁ HACE PACTO CON ABRAHAM La fe de Abraham Abram “creyó a Jehová, y le fue contado por justicia” (v. 6). La imputación de la justicia que aquí se hace a Abraham descansa sobre la fe de Abraham en Dios como quien vivifica a los muertos. Bajo este carácter Dios se revela a un mundo en el cual reina la muerte; y el alma que cree en él, como a tal, es tenida por justa delante de Dios. El hombre, por lo mismo, está necesariamente excluido como cooperador, porque ¿qué puede él hacer en medio de una escena de muerte? ¿Abrirá él las puertas del sepulcro? ¿Podrá sustraerse al poder de la muerte y salir, vivo y libre, fuera de los límites de su triste reino? No, ciertamente; y, por consiguiente, no puede efectuar la justificación ni establecerse en la relación filial. “Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos” (Marcos 12:27); y ésta es la razón por la cual, mientras el hombre está bajo el poder de la muerte y bajo el dominio del pecado, no puede conocer la relación de hijo ni la condición de justificado. De modo que solamente Dios puede conferir al hombre la adopción de hijo, como asimismo él solo le puede imputar la justicia, y estas dos cosas están unidas a la fe en él como a quien ha resucitado a Cristo de los muertos. Bajo este aspecto la epístola a los Romanos nos presenta, en el capítulo 4, la fe de Abraham, diciendo: “Su fe le fue contada por justicia. Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro" (v. 22-24). El Dios de la resurrección se nos presenta a nosotros también, como el objeto de la fe, y nuestra fe en él cual único fundamento de la justificación. Si después de haber levantado sus ojos hacia la bóveda celeste, sembrada de innumerables estrellas, Abraham los hubiera fijado en seguida en su “cuerpo, que estaba ya como muerto” (Romanos 4:19), no habría podido concebir nunca el pensamiento de una descendencia tan numerosa como las estrellas. Continuará...

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