domingo, 6 de octubre de 2024

GÉNESIS PARTE 121

RESTAURACIÓN DE ABRAHAM Y SU SEPARACIÓN DE LOT Contraste entre la fe de Abraham y la mundanería de Lot Siempre se encuentran excusas cuando el mundo está en el corazón, y es prueba de poca grandeza moral culpar a los hombres y las circunstancias cuando la raíz del mal yace en nosotros mismos, por deplorables que fueran las controversias y divisiones. Es triste y humillante ver a los hermanos altercar en la presencia misma de los “cananeos y ferezeos”, cuando su ruego siempre debería ser: “No haya ahora altercado entre nosotros dos... porque somos hermanos” (v. 8-9). Pero, más aun, ¿por qué Abraham no escogió Sodoma? ¿Por qué el altercado no le empujó al mundo, y así llegar a serle ocasión de caída? Porque consideró toda la dificultad desde el punto de vista de Dios. Su corazón no era menos susceptible que el de Lot. a las atracciones de las llanuras bien regadas, pero el caso es que no permitió que su corazón eligiera. Dejó la elección a Lot, y entregó a Dios el cuidado de escoger para sí. Tal es la sabiduría que viene de arriba. La fe deja siempre a Dios el cuidado de fijar la herencia, como asimismo le encomienda a él la forma de ser introducido en la misma. La fe siempre queda satisfecha con la porción que Dios otorga. Puede decir: “Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado” (Salmo 16:6). Nada le importa dónde caen “las cuerdas”; la fe juzga que siempre caen en “lugares deleitosos”, porque Dios es quien las coloca allí. El que anda por la fe, de buen grado puede dejar la elección al que anda por la vista, y decirle: “Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda” (v. 9). Allí se ve al mismo tiempo el desinterés y la elevación moral, como así también ¡cuánta seguridad! Continuará...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario