sábado, 14 de septiembre de 2024

GÉNESIS PARTE 99

Nimrod y Babilonia Leemos que, cuando Israel es rechazado como indigno testigo de Jehová, “Nabucodonosor rey de Babilonia lo deshuesó después” (Jeremías 50:17). Las vasijas de la casa de Dios que debían haber quedado en la ciudad de Jerusalén, fueron llevadas a la ciudad de Babilonia. Pero Isaías, en su sublime profecía, nos enseña otro cuadro en el que se ven las cosas enteramente cambiadas. Nos presenta una visión en la cual la estrella de Israel está en ascenso, mientras que la de Babilonia ha entrado ya en su ocaso. “Y en el día que Jehová te dé reposo de tu trabajo y de tu temor, y de la dura servidumbre en que te hicieron servir, pronunciarás este proverbio contra el rey de Babilonia, y dirás: ¡Cómo paró el opresor, cómo acabó la ciudad codiciosa de oro! ... Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros” (Isaías 14:3-8). No quiero decir más por ahora en lo tocante a la Babilonia del Antiguo Testamento. Si el lector quiere estudiar los capítulos 17 y 18 del Apocalipsis, sabrá cuál es el carácter y el fin de la otra Babilonia. Se nos presenta como marcado contraste con la esposa del Cordero, y su fin es el de una gran piedra de molino arrojada en medio del mar. Después de su destrucción, la historia termina en las bodas del Cordero, con todo su acompañamiento de felicidad y de gloria. Me es imposible seguir con el desarrollo de estas comparaciones interesantísimas, las que he mencionado simplemente para llamar la atención sobre ese hombre que fundó la ciudad. Pero dejo a mi lector en libertad para proseguir el estudio hasta donde guste, pues hallará algo tipificado cada vez que se menciona ese nombre. Volvamos, pues, a nuestro capítulo. “Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Éste fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová. Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar” (v. 8-10). Ésta es la descripción que tenemos de este hombre que fundó la ciudad de Babilonia. Era uno de los “poderosos en la tierra” y un gran “cazador delante de Jehová”. Tal como fue el origen de la ciudad, así se reveló también su carácter a lo largo de todo Génesis. Ha sido siempre una positiva influencia abiertamente antagónica contra todo aquello que debe su origen al cielo, de modo que, cuando esta Babilonia es totalmente destruida, se oye el grito de júbilo entre las huestes celestiales, diciendo: “¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!” (Apocalipsis 19:6). Continuará...

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