Imágenes de buenos días, pensamientos, versículos bíblicos, lectura de libros y videos de música, todo para servir a nuestro visitantes.
lunes, 9 de septiembre de 2024
GÉNESIS PARTE 94
EL DILUVIO Y NOÉ
El cuervo y la paloma
De esto se desprende una lección muy sencilla pero de bastante importancia, la que no deja de ser oportuna en todo tiempo. En el momento en que el corazón se aparta de su concepto real de la presencia de Dios, se expone a la desviación y las extravagancias que no conocen límites, y abre la puerta a toda forma de idolatría. Es el juicio de la fe el que hace que la ordenanza valga sólo en la medida en que pone el alma en comunicación con Dios como una potencia vivificante. En otras palabras, la ordenanza debe servir a la fe como medio de comunicación con Cristo, sancionado por Cristo mismo.
No tiene ningún otro valor, y, si por acaso se interpone de alguna manera como un impedimento que estorba esa comunicación con la obra o con la persona de Cristo, cesa de ser una ordenanza de Dios y se convierte en un instrumento de Satanás. Para la superstición, la ordenanza lo es todo, hasta el punto de excluir la comunión espiritual. Se usa el nombre de Dios simplemente para magnificar la importancia de la ordenanza y reforzar su influencia sobre la mente y el corazón. Así sucedió cuando el pueblo de Israel se entregó a la adoración de la serpiente de bronce en el tiempo de los reyes.
Aquello que antes había sido una vía de bendición, porque Dios lo empleaba con ese propósito, llegó a ser un objeto de veneración supersticiosa cuando el corazón del pueblo se había endurecido a causa de su falta de verdadera piedad. El rey Ezequías tuvo que destrozarla y recordarle al pueblo que ella no era más que un pedazo de metal: “Nehustán”. Antes, ese metal había sido absolutamente necesario en la obra de sanar al pueblo, porque Dios así lo había mandado, y los hombres aceptaron ese mandato por la fe; pero la superstición, careciendo enteramente de una revelación directa de la voluntad de Dios y pervirtiendo los divinos propósitos revelados en otros mandamientos, toma un instrumento abandonado y, exagerando su santidad, lo convierte en un ídolo y le atribuye poderes divinos.
Lector, ¿no halla usted una lección importante para los que vivimos en este siglo? Yo creo que sí. Vivimos en una época en la que se exagera la importancia de las ordenanzas. La atmósfera en la que vive la iglesia ordinaria está saturada de los elementos de una religión tradicional que sustraen al alma de toda su comunión con Cristo y de la bendición de su salvación plena. No es que las tradiciones humanas nieguen la personalidad de Cristo o el hecho de que él haya sufrido en la cruz por nosotros. Si fueran así abiertamente ateístas, no harían tanto mal, porque los hombres descubrirían su malicia. Continuará...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
-
Un hombre mundano y un hombre de fe Luego se siente libre para dedicar los restantes seis días d...
-
ESTUDIOS SOBRE EL LIBRO DEL Por C.H.M. El incrédulo considera solamente los esfuerzos que hace el enemigo para contrarrestar los planes de ...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario