Imágenes de buenos días, pensamientos, versículos bíblicos, lectura de libros y videos de música, todo para servir a nuestro visitantes.
lunes, 2 de septiembre de 2024
GÉNESIS PARTE 87
EL DILUVIO Y NOÉ
Las aguas del juicio
Ahora, antes de avanzar más en esta historia, consideraremos por un momento la condición de aquellos contemporáneos de Noé que por tantos años habían escuchado sus predicaciones de justicia. Hemos contemplado la suerte de los salvados; fijemos la atención por un momento en los que se perdieron. No hay duda de que se deben de haber lanzado muchas miradas ansiosas al vaso de misericordia a medida que éste se levantaba con las aguas, pero ¡ay! la puerta había sido cerrada. El día de la gracia había pasado, el tiempo para la amonestación y el testimonio no volvió a amanecer para ellos. La misma mano que había encerrado a Noé, por el mismo acto excluyó a los demás, y era tan imposible para los unos entrar como para los otros salir. Unos se perdieron irrevocablemente, mientras que los otros fueron eficazmente salvados. Los primeros habían desatendido la longanimidad de Dios y el testimonio fiel de su siervo. Se habían ocupado en sus quehaceres habituales. “Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos” (Lucas 17:26, 27). Estos actos no eran pecaminosos, pero el mal se hallaba en los corazones de sus hacedores. Es posible hacer todas estas cosas en el temor de Dios y para la gloria de su nombre, haciéndolas con fe, pero faltó precisamente ese espíritu de acatamiento y reverencia.
Habían rechazado la Palabra de Dios porque hacía resonar en sus oídos el anuncio de juicio. Dios hablaba del pecado y de su ruina, pero ellos se preocupaban por su prosperidad temporal. Dios hablaba de un remedio y de una vía de escape, pero ellos hacían sus planes para permanecer allí como si la tierra les perteneciera. Se olvidaron de que había una cláusula suspensiva en su contrato de arrendamiento, y que su ocupación de la tierra era válida sólo «hasta que» Dios quisiera. “Todo designio de los pensamientos de los corazones de ellos era de continuo solamente el mal” (v. 5); por lo tanto, no les era posible hacer nada bueno. Hablaban y obraban de conformidad con sus propias voluntades, y se olvidaron de Dios. Continuará...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
-
Un hombre mundano y un hombre de fe Luego se siente libre para dedicar los restantes seis días d...
-
LINK DE DESCARGA: https://www.mediafire.com/file/wnarruum7175xr8/Integrity_Musid_Finding_God%252Cs_Will.rar/file
No hay comentarios.:
Publicar un comentario