sábado, 25 de marzo de 2023

SIETE MISTERIOS REVELADOS EN LA BIBLIA 3

TERCER MISTERIO LA IGLESIA COMPUESTA POR JUDIOS Y GENTILES “Ese misterio, que en otras generaciones no se les dio a conocer a los seres humanos, ahora se les ha revelado por el Espíritu a los santos apóstoles y profetas de Dios; es decir, que los gentiles son, junto con Israel, beneficiarios de la misma herencia, miembros de un mismo cuerpo y participantes igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio” Efesios 3: 5-6 NVI. Algo que estaba reservado como un misterio, es ahora del conocimiento público. En el antiguo tiempo se creía que los gentiles eran seres impuros, alejados del favor de Dios, incluso los discípulos Los creían así; el mismo apóstol Pedro lo manifiesta con la venida del Espíritu Santo sobre ellos en la casa de Cornelio. “Pedro tomó la palabra, y dijo: —Ahora comprendo que en realidad para Dios no hay favoritismos, sino que en toda nación él ve con agrado a los que le temen y actúan con justicia” Hechos 10:34-45 NVI El misterio revelado nos muestra la misericordia de Dios para con todos, sin excepción alguna, sin embargo, son las personas las que se aíslan voluntariamente de esta preciosa verdad con su actitud de incredulidad. A los gentiles (no judíos por nacimiento) se les llamaba por parte de los judíos: “incircuncisos” que significa “pagano”, en realidad, un incircunciso era aquel varón que no había sido circuncidado según el rito de la ley (cortar el prepucio). Esta acción validaba a una persona como un judío auténtico; en gálatas encontramos que los judíos cristianos, querían que los gentiles se circuncidaran para alcanzar la salvación, lo cual el apóstol Pablo rechazó enfáticamente, (Gálatas 1: 6-9) Antes de la venida de Cristo, los gentiles estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, pero no del plan redentor de Dios que existía desde antes de la fundación de este mundo. “Por lo tanto, recuerden ustedes los gentiles de nacimiento —los que son llamados «incircuncisos» por aquellos que se llaman «de la circuncisión», la cual se hace en el cuerpo por mano humana—, recuerden que en ese entonces ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el Mundo” Efesios 2: 11-12 NVI. ¡Estábamos sin esperanza y sin Dios! ¡Los gentiles no teníamos Dios! Mucho menos esperanza, no teniendo un Dios, no hay esperanza alguna, que triste realidad. Pero todo cambió, ahora hemos sido acercados a Dios, por medio de la sangre de Cristo, que no fue derramada solo para redención de los judíos, sino que también para todo el mundo, sin excepción de persona alguna, porque ahora judíos y gentiles ya no son enemigos, porque ahora delante de Dios somos un solo pueblo, el muro que nos dividía fue derribado por Cristo nuestra paz (Efesios2: 13-14) ¿Cómo lo hizo? “pues anuló la ley con sus mandamientos y requisitos. Esto lo hizo para crear en sí mismo de los dos pueblos una nueva humanidad al hacer la paz, para reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo mediante la cruz, por la que dio muerte a la enemistad. Él vino y proclamó paz a ustedes que estaban lejos y paz a los que estaban cerca. Pues por medio de él tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu” Gálatas 2: 15-18 NVI Ahora ya no somos extraños, ya no somos extranjeros, ahora somos conciudadanos de los santos y de la familia de Dios, podemos estar seguros de eso, ¿por nuestra fidelidad con Dios, o porque somos mejores que los judíos? ¡No! Sencillamente porque estamos siendo edificados sobre cimientos fuertes, sobre el fundamento de apóstoles y profetas, los mismos que anunciaron la venida del que es la piedra angular del edificio, el cual somos nosotros, como casa de Dios, edificada sobre esa piedra angular, la roca de los siglos, ¡Jesucristo! Abraham cuando fue llamado era caldeo, los hijos de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, son los que son llamados Pueblo de Israel, este sería el Israel según la carne, ya en el nuevo testamento nos encontramos con un Israel espiritual, porque la iglesia está compuesta por judíos y gentiles, ya no existe diferencia, para Dios todos los cristianos gentiles y judíos son iguales, eso no significa que como judíos espirituales tenemos que celebrar las fiestas judías que solo le pertenecen a los judíos en la carne. Jesús, por su nacimiento es judío, es claro que los que descendemos de Jesús por el nuevo nacimiento somos judíos, pero también, hijos de Dios.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario