Imágenes de buenos días, pensamientos, versículos bíblicos, lectura de libros y videos de música, todo para servir a nuestro visitantes.
miércoles, 8 de marzo de 2023
MANANTIALES DE VIDA, PONIENDO LA VIDA POR OTROS
PONIENDO LA VIDA POR OTROS
“Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos” (Juan 15: 12-13)
La base de este sacrificio es el amor, un padre es capaz de todo con tal de salvaguardar la vida de su hijo, un esposo amoroso tratará de que a su esposa no le falte nada, la familia unida manifiesta esta clase de amor que está dispuesta al sacrificio. Jesucristo es el ejemplo por excelencia en cuanto a poner la vida por otros, abandonó su comodidad celestial para venir al mundo a nacer en un humilde pesebre, insalubre e incómodo para un recién nacido que nace en una de las familias más pobres de ese momento, en circunstancias que darán mucho de qué hablar, un embarazo antes de la boda que le costó a la familia, incluso, el desprecio de su misma familia, José procuró en su lugar de origen un lugar donde su esposa María pudiera dar a luz, pero le cerraron por si fuera poco los mesones porque los consideraban inmundos por la sospecha de un acto de fornicación que nunca existió. Aun ya adulto, los fariseos se atrevieron a decirle que ellos no eran hijos de fornicación, como diciéndole: “Tu si lo eres”.
María aceptó el plan de Dios, donde estaba en juego su honorabilidad, la gente hablaría constantemente del asunto.
Si alguien es llamado al servicio militar, debe de entender que esa carrera requiere mucho sacrificio y mucha disciplina; nosotros hemos sido llamados al servicio del ejercito de Dios en esta tierra, donde nuestra única arma es la Palabra de Dios, esta arma traspasa hasta lo más escondido del cuerpo humano, capaz de matar al viejo hombre, pero por ser de doble filo, es capaz de dar vida al mismo tiempo.
“Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” (Marcos 10: 45)
“Grandes multitudes seguían a Jesús, y él se volvió y les dijo: «Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14: 25-27)
Seguir a Cristo requiere de mucho sacrificio y mucha disciplina, pero Dios nos da abundante gracia la cual nos capacita para el llamamiento divino.
En el llamamiento al servicio de Dios se necesitarán líderes que conduzcan a la mayoría de hermanos, para esta tarea se escogerán hermanos que hayan alcanzado cierto nivel de madures espiritual.
“Saluden a Priscila y a Aquila, mis compañeros de trabajo en Cristo Jesús. Por salvarme la vida, ellos arriesgaron la suya. Tanto yo como todas las iglesias de los gentiles les estamos agradecidos” (Romanos 16: 3-4)
Solo aquellos que están en ese nivel de espiritualidad, están capacitados para poner su vida por los demás en toda necesidad que se presente, para el cristiano maduro está primero el bienestar de la comunidad cristiana, nunca antepone sus necesidades sin antes haber llenado las necesidades de los demás.
Los discípulos ya mostraban cierto interés por los demás cuando Jesús les dijo que sería abandonado por ellos en el momento de su captura, Pedro le dijo que moriría con Jesús antes de negarlo, pero sucedió que, si lo negó, lo mismo hicieron los demás.
“Todos ustedes me abandonarán —les dijo Jesús—, porque está escrito: “Heriré al pastor, y se dispersarán las ovejas.” Pero después de que yo resucite, iré delante de ustedes a Galilea. —Aunque todos te abandonen, yo no —declaró Pedro. —Te aseguro —le contestó Jesús— que hoy, esta misma noche, antes de que el gallo cante por segunda vez, me negarás tres veces. —Aunque tenga que morir contigo —insistió Pedro con vehemencia—,
jamás te negaré. Y los demás dijeron lo mismo”
(Marcos 14: 27-31)
Pablo también declaró que estaba dispuesto no solo a ser atado en Jerusalén, sino también a morir por la causa de Cristo, los hermanos que insistían para que no fuera a Jerusalén, al oírlo, desistieron de persuadirlo para que no fuera a la ciudad santa (Hechos 21: 8-14)
Cristo murió por los malvados, pero en cuanto a nosotros, difícilmente moriríamos por un justo, no obstante Cristo murió por nosotros cuando aún éramos pecadores y todo por su infinito amor; sin duda que la base del sacrificio está fundado en el amor de Dios.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
-
Un hombre mundano y un hombre de fe Luego se siente libre para dedicar los restantes seis días d...
-
LINK DE DESCARGA: https://www.mediafire.com/file/wnarruum7175xr8/Integrity_Musid_Finding_God%252Cs_Will.rar/file
No hay comentarios.:
Publicar un comentario