martes, 28 de febrero de 2023

MANANTIALES DE VIDA; UNA FE MAL CANALIZADA

UNA FE MAL CANALIZADA "La palabra de Samuel llegó a todo el pueblo de Israel. En aquellos días, los israelitas salieron a enfrentarse con los filisteos y acamparon cerca de Ebenezer. Los filisteos, que habían acampado en Afec, desplegaron sus tropas para atacar a los israelitas. Se entabló la batalla, y los filisteos derrotaron a los israelitas, matando en el campo a unos cuatro mil de ellos. Cuando el ejército regresó al campamento, los ancianos de Israel dijeron: "¿Por qué nos ha derrotado hoy el SEÑOR por medio de los filisteos? Traigamos el arca del pacto del SEÑOR, que está en Siló, para que nos acompañe y nos salve del poder de nuestros enemigos". (1 Samuel 4: 1-3) El estadio parecía que se iba a derrumbar, era un temblor que había sido provocado por el grito de unos delirantes aficionados del Barcelona, se jugaban su pase a la otra fase de la liga de campeones, era el último minuto del tiempo extra y el marcador global favorecía al Paris Saint Germain, pero sucedió "el milagro", en ese último chance cayó el gol de Sergi Roberto, el cual los catapultaba a la clasificación. (Fueron eliminados en la siguiente fase) Algo similar sucedió en el campamento de los filisteos. Israel había sido derrotado, muriendo alrededor de 4,000 soldados, y siendo obligados a huir, pero de repente se les ocurrió una "genial idea", mandaron a traer el arca del pacto que estaba en Silo (1 Samuel 4: 3), cuando el arca llegó al campamento israelita, comenzaron a gritar tan fuerte que la tierra tembló (verso 4) El evangelio victorioso consiste en obedecer la palabra de Dios, y no emociones de la carne, a veces pensamos que, si gritamos más fuerte en público, más poderosos somos; Israel había desobedecido a Dios, y pretendían que, con solo enviar el arca al campo de batalla tendrían asegurada la victoria. La fe se basa en oír la Palabra de Dios (Rema), si Dios dice algo, tenemos que creer, esa fe involucra acción, obediencia a esa palabra, si no hemos oído la palabra de Dios (Rema), cualquier intento por lograr algo es incierto, podríamos caer en el error de la adivinación; declarar algo que Dios no ha dicho es peligroso y desagrada a Dios; eso fue precisamente lo que pasó en la batalla contra los filisteos. "Entonces los filisteos se lanzaron al ataque y derrotaron a los israelitas, los cuales huyeron en desbandada. La matanza fue terrible, pues de los israelitas cayeron treinta mil soldados de infantería. Además, fue capturada el arca de Dios, y murieron los dos hijos de Elí". Dios nunca les dijo que fueran a la batalla, mucho menos que tendrían la victoria, sin embargo, fueron a pesar de no haber oído la voz de Dios; ellos tendrían que haber consultado a Dios, no sin antes de haberse arrepentido de sus rebeliones, y quizás hubieran alcanzado misericordia de Dios. "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios". (Romanos 10: 17) El oír el "Rema" de Dios es un verdadero milagro y eso es lo que necesitamos para ser vencedores, pero hay que humillarnos ante la poderosa mano de Dios, y buscar su presencia en la intimidad, de seguro que él nos quiere hablar, y si Él nos habla, más nos vale que le obedezcamos y accionemos en base a lo que hemos oído, Él nos va a hablar de diferentes maneras, por un versículo bíblico, por una porción de algún mensaje de algún predicador, o por medio de nuestros vecinos, no hay límites para Dios, siempre habrá una palabra que salga de su boca (Rema), debemos de estar atentos a ese Rema, puede ser que este sea el día en que escuche su voz (Hebreos 3:15 ) si es así, no endurezca su corazón y créale a Dios.

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