domingo, 19 de febrero de 2023

MANANTIALES DE VIDA, PERSEVERE EN LA FE

PERSEVERE EN LA FE “En eso llegaron de Antioquía y de Iconio unos judíos que hicieron cambiar de parecer a la multitud. Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, creyendo que estaba muerto. Pero cuando lo rodearon los discípulos, él se levantó y volvió a entrar en la ciudad. Al día siguiente, partió para Derbe en compañía de Bernabé. Después de anunciar las buenas nuevas en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía, fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían” (Hechos 14: 19.22) ¿Cómo enfrentamos las demoras entre peticiones y respuestas? Y es que cuando Dios “tarda” en responder, nos frustramos, se nos olvida que Dios no opera según nuestro horario, el que Dios se demore en responder no significa un ¡NO!, de hecho, la demora viene a ser de mayor bendición que el cumplimiento mismo. La pregunta a todo esto es: ¿Qué debemos hacer mientras esperamos? Mostrar impaciencia en nosotros es señal de inmadurez sin duda alguna. “En otras palabras, mientras el heredero es menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo, a pesar de ser dueño de todo. Al contrario, está bajo el cuidado de tutores y administradores hasta la fecha fijada por su padre” (Gálatas 4: 1-2) Si un hijo de apenas ocho años le pide al papá que le regale un carro (No de juguete por supuesto), ¿Cree que un padre cuerdo se lo dará? ¡Por supuesto que no! Porque no tiene la capacidad ni el conocimiento necesario para manejar a esa edad, más adelante, cuando ya sea mayor y de muestras de responsabilidad, creo que el padre se lo dará si tiene la posibilidad de hacerlo. Si Dios concediera todos nuestros caprichos, ¿Se imaginan el daño que esto nos causaría? Personas que no esperaron la respuesta de Dios para casarse han fracasado y han terminado en divorcio. La demora fortalece nuestro carácter. “pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada” (Santiago 1: 3-4) El cristiano maduro siempre buscará hacer la voluntad de Dios, Dios nos dará todo lo que pidamos, pero en su tiempo, no el nuestro; pero también busca al galardonador y no los galardones, obviamente si busca al galardonador tendrá las dos cosas, sería triste tener el galardón sin tener al galardonador, pero hay gente que tristemente solo buscan los galardones. 1- LA FE COMO UN ACTO INICIAL. Esa es la fe que nos lleva a Jesús por nuestras necesidades; en este nivel ya hemos aprendido que Jesús puede cubrir nuestras necesidades. 2- LA FE COMO UNA ACTITUD CONTINUA. Permanecemos en la fe, aun cuando nuestra necesidad no haya sido suplida, esta fe agrada al Señor, y este es el nivel que debemos alcanzar para que podamos ser cristianos victoriosos.

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