lunes, 16 de enero de 2023

MANANTIALES DE VIDA, ¿CUÁNDO VENDRÁS?

¿CUANDO VENDRAS? "No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté". (Juan 14: 1_3) Ser padre es desafiante, cuando tenemos que responder a nuestros hijos a las preguntas que ellos hacen: "si ustedes se casaron a los dieciocho ¿por qué yo no?", o “Papá, ¿cómo nací yo?" Estas preguntas no dejan de sorprenderlo a uno, pero hay una pregunta que hace palidecer a cualquier padre durante un viaje y es cuando el hijo de cinco años pregunta: “¿Cuánto falta todavía?” Es una pregunta difícil y hasta imposible de contestarle a alguien que no entiende nada de tiempo y distancia, pero suponiendo que respondemos: "Doscientos cuarenta kilómetros", Pero, ¿qué es un kilómetro para un niño que apenas va a prepa? Sería como hablarle en mandarín, no entendería ni jota. "Papá, ¿qué es un kilómetro?” “Pues verás, un kilómetro son mil metros” ...... el niño al fin se quedó quieto y el padre tranquilo... a los treinta segundos el niño vuelve a preguntar: “¿Cuánto falta todavía?” Esa pregunta regresará tarde o temprano así que el padre le dice: "Solo confía en mí no te preocupes muy pronto llegaremos" Antes de ser crucificado Jesús les dijo a sus discípulos que los dejaría, a Pedro le dijo: "A donde yo voy no me puedes seguir ahora; más me seguirás más tarde" (Juan 13: 36), Pedro responde: "¿Por qué no te puedo seguir ahora"?, pero miren la respuesta del Señor Jesucristo: "No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues, a preparar lugar para vosotros.... vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis" (Juan 14: 1-3) ¡Que palabras más tiernas las de Jesús!, para muchos de nosotros el verbo confiar no se asocia fácilmente con su venida. Nuestras mentes de niños no están en condición de entender los misterios eternos. Pero Jesús toma la actitud de un padre responsable: "Confíen en mí, yo me encargo de todo" No nos hagamos "bolas" con las cosas que no podemos entender, para el cristiano, el retorno de Cristo no es un acertijo que tenemos que descifrar, ni una incógnita que resolver, sino más bien es un día con el que debemos soñar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario