miércoles, 11 de enero de 2023

MANANTIALES DE VIDA 2, HE COMIDO MI PANAL Y MI MIEL

CAPITULO 10 HE COMIDO MI PANAL Y MI MIEL “He entrado ya en mi jardín, hermana y novia mía, y en él recojo mirra y bálsamo; allí me sacio del panal y de su miel. Allí me embriago de vino y leche; ¡todo esto me pertenece! Los amigos ¡Coman y beban, amigos, y embriáguense de amor!” (Cantar de los cantares 5. 1) La miel es una de las substancias comestibles más suculentas que existen para nuestro deleite, fueron creadas por Dios con ese fin, además, posee características medicinales, el consumo de la miel, mejora la vista entre otros beneficios. En el contexto de la visión humana, la miel representa en la biblia: “Ojos abiertos”. “Al llegar a un bosque, notaron que había miel en el suelo. Cuando el ejército entró en el bosque, vieron que la miel corría como agua, pero por miedo al juramento nadie se atrevió a probarla. Sin embargo, Jonatán, que no había oído a su padre poner al ejército bajo juramento, alargó la vara que llevaba en la mano, hundió la punta en un panal de miel, y se la llevó a la boca. En seguida se le iluminó el rostro”. (1 Samuel 14. 25-27) En otras versiones, “se le iluminó el rostro”, se traduce como “sus ojos fueron abiertos” lo cual se interpreta como “Revelación”. Su palabra también es comparada con la dulzura de la miel, se dice que es más dulce que la miel del panal. “¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca!” (Salmos 119. 103) Este versículo está en el contexto del entendimiento de lo verdadero, verdades que causan gozo y deleite semejante a la mejor miel existente. “Come la miel, hijo mío, que es deliciosa; dulce al paladar es la miel del panal. Así de dulce sea la sabiduría a tu alma; si das con ella, tendrás buen futuro; tendrás una esperanza que no será destruida.” (Proverbios 24. 13, 14) La sabiduría de Dios se obtiene por la revelación de su Palabra, y al obtenerla, se tiene también un futuro mejor y una esperanza indestructible. “Me acerqué al ángel y le pedí que me diera el rollo. Él me dijo: «Tómalo y cómetelo. Te amargará las entrañas, pero en la boca te sabrá dulce como la miel.» Lo tomé de la mano del ángel y me lo comí. Me supo dulce como la miel, pero al comérmelo se me amargaron las entrañas.” (Apocalipsis 10. 9-10) De nuevo vemos, que su Palabra es comparada con la dulzura de la miel, una palabra que también afectará nuestra confianza en la carne. La Palabra de Dios nos insta a que actuemos en justicia en todo, esto nos equivaldría a una vida menos complicada, pues contamos con el favor de Dios si nos movemos en obediencia a Dios, “El temor del SEÑOR es puro: permanece para siempre. Las sentencias del SEÑOR son verdaderas: todas ellas son justas. Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal. Por ellas queda advertido tu siervo; quien las obedece recibe una gran recompensa.” (Salmos 19. 9-11) El justo no juzga según las apariencias sino, conforme a la sabiduría de Dios, logra discernir al hombre interior, a Cristo en nosotros. La Palabra de Dios debe ser deseable para todo cristiano verdadero, que ha nacido de nuevo, debe ser deseable como miel, característica propia de un hijo de Dios… ¿Lo es usted por la misericordia de Dios? Espero que sí lo sea.

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