MANANTIALES DE VIDA
CELEBRACION INTERMINABLE Capítulo tres
"Yo prometí daros a Cristo, como su solo esposo. A vos quiero daros como su novia pura" (2 Corintios 11. 2)
Necesitamos recordar, !Acuérdate que tú le robaste el corazón a Dios! Recuerdo a una muchacha que trabajaba en una empresa donde yo trabajé , ella era una muchacha ordinaria, no se maquillaba, se vestía mal, no era muy atractiva, pero uno de los gerentes de la empresa se fijó en ella, y yo me pregunté: ¿Qué habrá visto en ella? porque por más que le busqué no le hallé atractivo alguno, Un día él le propuso matrimonio y se comprometieron, a partir de ese día se notó un cambio en esa chica, llegaba con un vestido diferente cada día, muy elegantes por cierto, muy bien peinada, y con un maquillaje que la hacía ver diferente, ya no era la niña ordinaria que veíamos a diario, ahora era una hermosa mujer.
El amor de Dios puede hacer lo mismo en nosotros, a lo mejor nos consideramos poca cosa pero la propuesta de matrimonio de nuestro príncipe cambia todo eso. Miren como nos mira nuestro príncipe: "Prendiste mi corazón, hermosa esposa mía; has apresado mi corazón con uno de tus ojos; con una gargantilla de tu cuello, ¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía! ¡Cuánto mejores que el vino tus amores, y el olor de tus ungüentos que todas las especias aromáticas" (Cantares 4: 9-10). El verso 12 dice: "Huerto cerrado eres, hermana mía esposa mía; fuente cerrada, fuente sellada" El sello en la biblia es un contrato que no se puede romper, El mismo Espíritu Santo nos fue dado como garantía de que Dios va a cumplir lo prometido, El mismo Espíritu Santo es un adelanto de lo que vamos a recibir, ya hay un compromiso sellado. Esperemos el regreso de nuestro amado como debe de ser, como una novia digna de un príncipe, y guardémonos para El.
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