lunes, 11 de noviembre de 2024

GÉNESIS PARTE 157

ANDAR POR LA FE - LA CIRCUNCISIÓN Sellados con el Espíritu Santo (Colosenses 2:10-13). Este pasaje glorioso nos explica lo que la circuncisión realmente representaba. Todo creyente es de “la circuncisión” en virtud de su asociación viva con Aquel que por su cruz y para siempre abolió todo lo que se oponía a la perfecta justificación de su Iglesia. No hay una sola mancha de pecado sobre la conciencia de los suyos, ni un principio de pecado en su naturaleza, cuya condenación no haya soportado Cristo en la cruz; y ahora los creyentes son considerados como muertos con Cristo, como sepultados con él en el sepulcro y como resucitados con él y hechos aceptos en él, siendo completamente quitados por la cruz sus pecados, sus iniquidades, sus transgresiones, sus enemistades y su incircuncisión. La sentencia de muerte está grabada en la carne; pero el creyente posee una vida nueva conjuntamente con su Jefe resucitado y glorificado. En el pasaje que acabamos de citar, el apóstol nos enseña que la Iglesia ha salido vivificada del sepulcro de Cristo y, además, que el perdón de los pecados de la Iglesia es tan completo y tan enteramente obra de Dios como lo fue la resurrección de Cristo de entre los muertos. Pues, sabemos que la resurrección de Cristo fue el resultado de la intervención de la supereminente grandeza “del poder de Dios” o “según la operación del poder de su fuerza” (Efesios 1:19). ¡Qué expresión enérgica para poner de relieve la grandeza y la gloria de la redención, como asimismo el sólido fundamento sobre el que ella descansa! ¡Qué descanso, qué descanso perfecto encuentran aquí el corazón y la conciencia! ¡Qué salvación completa para el alma trabajada y cargada! Todos nuestros pecados quedaron sepultados en la tumba de Cristo. Ni uno, ni el más pequeño quedó fuera. Dios hizo todo esto por nosotros. Todo cuanto pudo descubrir en nosotros su ojo penetrante lo colocó en Cristo clavado a la cruz. De manera que en esa cruz Dios hizo pasar el juicio sobre Cristo, en lugar de hacerlo pasar sobre nosotros eternamente, arrojándonos a las penas del infierno. Continuará...

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