miércoles, 4 de septiembre de 2024

GÉNESIS PARTE 89

EL DILUVIO Y NOÉ Aplicación del diluvio al día de la venida del Señor "Muchos se dedican a “barrer la casa”, pero el huésped al que esperan no es el Cristo sino el Anticristo. Los hombres emplean su sabiduría para cubrir con su ropaje brillante las asquerosas manchas de la humanidad, mas sus esfuerzos son en vano porque éstas, aunque cubiertas, no dejan de ser evidentes, y tarde o temprano serán reveladas en toda su asquerosidad y hediondez. Los diques con que los hombres procuran contener las corrientes de la miseria humana tienen que ceder a la presión de las fuerzas que empujan, y el mundo tiene que reconocer que han abortado todos sus planes para sujetar la degradación de la posteridad de Adán a los límites angostos que la benevolencia humana ha procurado construir en derredor de ella. “El fin de todo ser” (v. 13) está ante mí. Ese fin no resulta todavía palpablemente presente para los hombres, pero Dios tiene conocimiento de él. No importa que se oiga la voz de los mofadores que preguntan: “¿Dónde está la promesa de su advenimiento?, porque desde los días en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación”. Sin embargo, los momentos vuelan y se acerca el tiempo en que estos mofadores recibirán su respuesta: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (2 Pedro 3). Ésta, lector, es la respuesta a las burlas intelectuales de los hijos de este mundo, pero no a los afectos espirituales y a las esperanzas de los hijos de Dios. Estos últimos, gracias a Dios, tienen una perspectiva totalmente diferente, o sea, la de encontrarse con el Esposo en el aire, antes que el mal haya alcanzado su punto culminante, y, por tanto, antes de que el juicio divino sea derramado. Continuará...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario