viernes, 24 de marzo de 2023

SIETE MISTERIOS REVELADOS EN LA BIBLIA 2

SEGUNDO MISTERIO “DIOS VIVE EN NUESTROS CUERPOS” “A éstos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria” Colosenses 1: 27 NVI Si al ser humano le concedieran un deseo, seguramente pedirían que se les concedieran riquezas, el hombre jamás estará satisfecho, siempre querrá algo mejor, lo más nuevo, lo que esté a la moda, si tiene una casita, querrá una de dos plantas, si tiene un carro, deseará uno del año, y así sucesivamente. La riqueza más gloriosa que hay, está reservada exclusivamente para los que son nacidos de nuevo, los que creen en Jesucristo. Ese es el propósito de Dios, de que todos sepamos de esta riqueza, que hasta hace un par de milenios, era un misterio, “Cristo en nosotros, la esperanza de gloria” “Con el poder del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida la preciosa enseñanza que se te ha confiado” 2 Timoteo 1: 14 NVI Dios mora en nosotros a través de su Espíritu Santo; la palabra morar nos da la idea de casa permanente, en el antiguo tiempo, el Espíritu de Dios venía sobre los profetas, pero luego de dar el mensaje, el Espíritu de Dios se alejaba nuevamente; con la venida de Cristo y su resurrección, eso cambió radicalmente, pues ahora el Espíritu Santo vino para quedarse en nosotros. “Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes” Juan 14:15-17 NVI Ahora ya no estamos solos, Cristo vive en nosotros porque Él nació en nuestros corazones, es lo que se conoce como nuevo nacimiento, la nueva criatura, en la cual son hechas nuevas todas las cosas, y la que no peca por ser su naturaleza de origen divino, ahora tenemos morando en nosotros al dueño de todas las riquezas del universo, a Jesucristo el Rey de reyes y Señor de señores. “En él todo el edificio, bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor. En él también ustedes son edificados juntamente para ser morada de Dios por su Espíritu” Efesios 2: 21-22 NVI. “¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él. Judas (no el Iscariote) le dijo: —¿Por qué, Señor, estás dispuesto a manifestarte a nosotros, y no al mundo? Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él” Juan 14: 21-23 NVI Jesucristo está dispuesto a manifestarse a los que le aman, y que le obedecen, la forma como ha de manifestarse es que está dispuesto a vivir en nosotros, obviamente no tiene sentido manifestarse a personas que no le aman, y que son rebeldes, son personas que no están dispuestos a creer en Él. Solamente le amarán aquellos que entienden que Él nos amó primero, porque Él amó al mundo incondicionalmente. “¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?” 1 Corintios 3: 16 NVI “Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia” Romanos 8: 10 NVI. Los seres humanos tenemos un cuerpo físico, pero internamente fuimos creados por Dios con una alma y un espíritu, el espíritu es la parte más profunda en los hombres, es el que contacta y recibe al Espíritu de Dios; al ser limpiados de nuestros pecados por causa de recibir a Jesucristo en nuestro corazón, Él entra en nuestro espíritu como vida, debido a ese misterio, nuestro espíritu es vida a causa de la justicia. “Porque Dios, que ordenó que la luz resplandeciera en las tinieblas, hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo. Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros” 2 Corintios 4: 6-7 NVI La gloria de Dios resplandece en el rostro de Cristo, pero lo más impresionante es que esa misma gloria (su presencia en nosotros) ahora reposa en nosotros, simples vasos de barro, para que las personas puedan admirar lo sublime que es el poder de Dios, la luz resplandece en las tinieblas; si ponemos un diamante en un paño de terciopelo negro, se verá realmente lo precioso que es, es así con nosotros, la gloria de Dios manifestada en nosotros, vasos de barro, la gloria de Dios se verá que tan majestuosa es. El plan de Dios es revelar a Jesucristo en nosotros, Dios se complace en revelarnos más de su hijo Jesucristo. “Sin embargo, Dios me había apartado desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia. Cuando él tuvo a bien revelarme a su Hijo para que yo lo predicara entre los gentiles, no consulté con nadie” Gálatas 1: 15.16 NVI “He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí” Gálatas 2 :20 NVI. Cristo vive en nosotros por medio de su Espíritu Santo desde que fuimos salvos, Su deseo es quedarse en nosotros permanentemente. necesitamos dar a Cristo la oportunidad de que se forme en nosotros. Mientras eso pase, Cristo podrá manifestarse a sí mismo completamente en nuestra vida diaria. “Queridos hijos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en ustedes” Gálatas 4: 19 NVI “A éstos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria” Colosenses 1: 27 NVI. Cristo está en nosotros de una forma específica: Él es nuestra esperanza de gloria. Cristo vino a vivir en nuestro espíritu cuando creímos en Él, cuando Él vuelva nuevamente, su gloria se extenderá en todo nuestro ser, con el fin de que la gloria de Dios pueda brillar en nosotros de manera plena. “el día en que venga para ser glorificado por medio de sus santos y admirado por todos los que hayan creído, entre los cuales están ustedes porque creyeron el testimonio que les dimos” 2 Tesalonisenses 1: 10 NVI.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario