MANANTIALESDE VIDA, LA ACTITUD CORRECTA

LA ACTITUD CORRECTA “Tiempo después, Caín presentó al SEÑOR una ofrenda del fruto de la tierra. Abel también presentó al SEÑOR lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa. Y el SEÑOR miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a Caín ni a su ofrenda. Por eso Caín se enfureció y andaba cabizbajo” (Gen. 4: 3-5) ¿Qué cree usted que es más importante? ¿La ofrenda o el que ofrenda? Es correcto pensar que Adán y Eva les compartieron a sus hijos la triste experiencia que ellos vivieron, pero también la maravillosa actitud de Dios hacia ellos cuando trataron de cubrir su vergüenza con hojas de higuera, Dios sacrifica a unos animales para confeccionarles ropas permanentes, es cierto que hubo derramamiento de sangre, sangre de animales inocentes que sirvió para cubrir el pecado de Adán y Eva. Caín lo sabía, al igual que Abel, pero Caín prefirió ofrecer el sacrificio de la tierra. “Al hombre le dijo: Por cuanto le hiciste caso a tu mujer, y comiste del árbol del que te prohibí comer, ¡maldita será la tierra por tu culpa! Con penosos trabajos comerás de ella todos los días de tu vida” (Génesis 3: 17) Caín ofrece del fruto de la tierra que había sido maldita por causa de Adán (La versión antigua dice: “Por amor a ti” refiriéndose a Adán), cuando nosotros queremos agradar a Dios con nuestras obras, estamos haciendo lo mismo que Caín, ofrecer el fruto de la tierra (Por nuestra causa el Señor se hizo maldito cuando fue colgado de la cruz), la biblia dice que nuestras obras son como “trapos de inmundicia” (Malditos). No así la ofrenda de Abel que ofreció lo primero y mejor de su rebaño, derramando sangre en el sacrificio (Tal como ocurrió con sus padres cuando fueron vestidos por Dios). Dice el relato bíblico que Dios se agradó de Abel y su ofrenda, no dice de la ofrenda de Abel; A Dios le interesa más la persona y su actitud, antes que su ofrenda; de igual manera lo dice de Caín, dice que no miró con agrado a Caín ni a su ofrenda. “Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero no todo es constructivo. Que nadie busque sus propios intereses sino los del prójimo” (1 Corintios 10: 23- 24) A Dios si le importa el ser humano, tanto así que estuvo dispuesto a sacrificar a su unigénito hijo para salvarnos, cuando despreciamos a su Hijo y su sacrificio, estamos haciendo lo mismo que Caín, quien tuvo de menos el sacrificio, y prefirió hacer un sacrificio a su manera, a sabiendas de que la tierra había sido maldecida, nuestras obras están malditas por el pecado que mora en nosotros, por esa razón no valen ni siquiera un centavo partido por la mitad. Dios está interesado en la persona que hace lo correcto, hacer su voluntad, y su voluntad es que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento. “Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda” (Mateo 5: 23-24) La ofrenda es importante, pero el que ofrenda es más importante para Dios. Dios le ama, y quiere que usted sea vestido por el vestido de salvación, la salvación solamente se puede obtener por medio de Cristo, no se obtiene por méritos propios, porque no cuentan para Dios, solo cuenta la actitud correcta, y esa es creer en Jesucristo como su Salvador solamente, no se necesita más, solo Jesucristo basta. Acepte a Cristo hoy.