MANANTIALES DE VIDA, CASI TODO BIEN

CASI TODO BIEN "Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor". (Apocalipsis 2: 4) Las casas son edificadas para ser habitadas, cuando quedan abandonadas, esas casas se deterioran hasta llegar a la destrucción de las mismas. Eso es realmente trágico; pero hay algo más trágico aún, una iglesia sin amor; para un verdadero cristiano esto tendría que ser desesperante, las iglesias hoy en día se quejan de las personas que perciben la falta de amor en las congregaciones y de esa manera evaden su responsabilidad, alegando que el mal está en el que se queja, en lugar de corregir la falta de amor. Efesios era una iglesia ejemplar, algunos estudiosos coinciden que la iglesia en Efesios, representa a la iglesia que ha alcanzado la madurez espiritual, y tienen razón, Pablo llena de elogios a esa iglesia en su carta a los efesios, era una iglesia modelo; el problema con estos halagos y fama es que, si no podemos manejar éstos, van a terminar enfermándonos. Si una iglesia merecía ir al cielo, sin duda diría que esa iglesia era la de Efesios, solo miren que belleza de iglesia era: Tenían una buena enseñanza, (Impartida por Pablo), Líderes de gran nivel, (Priscila y Aquila), amante de la sana doctrina, (Por amor a mi Nombre), fortaleza ortodoxa, (Dicen ser apóstoles) Por causa de la fama podemos perder el "filo" de la espada, es cierto que Dios conocía sus obras, pero perdieron el propósito del servicio, antes lo hacían por amor a Dios, corrían en hacer el bien porque se desesperaban por agradar a Dios, y si amamos a Dios, amamos a nuestros hermanos, ese es el termómetro que mide nuestra pasión por el Señor, no cuantos ayunos hacemos en la semana, no cuantas veces velamos, no cuanto oramos, no cuanto cantamos; solamente cuanto estamos amando a nuestro prójimo, cuanto invertimos en el bienestar de nuestros hermanos, y no me refiero solo en lo monetario, sino en nuestro tiempo, que tan preocupados estamos por el bienestar de los que nos rodean, anteponiendo sus necesidades a las nuestras, es cierto que siguieron haciendo lo mismo, pero ya no con el mismo fin, antes querían agradar a Dios, ahora buscan agradar a los hombres, se las ingenian por tener el mejor ministerio de alabanza que agrade el oído de los hombres para que llenen sus templos, tener el más grande templo que demuestre quien es el rey de las congregaciones en su comunidad, se percibe el celo que sienten el uno por el otro, quieren ser "mejores" pero no para agradar a Dios, sino para alimentar su Ego. Pero podemos salir de esa situación si tan solo nos acordamos de donde caímos y debemos procurar el arrepentimiento de nuestra actitud actual y comenzar a hacer las cosas como las hacíamos al principio, por amor a nuestro Dios. Una casa está vacía, si los que en ella habitan pierden el interés por mantenerla bonita y limpia; si la iglesia de Efesios no se arrepentía, Dios promete quitar el candelabro de su lugar, el no arrepentirnos nos asegura quedar en tinieblas. Seamos vencedores, haciendo lo que le agrada a Dios y no a los hombres, solo así tendremos la potestad de comer del árbol de la vida. No nos conformemos en hacer "casi" bien las cosas, porque las cosas del Señor, o se hacen bien o no se hacen.